Extrañas historias de la fotógrafa belga Carmen De Vos

Las cámaras instantáneas Polaroid hace tiempo que perdieron su relevancia. Su popularidad alcanzó su punto máximo en los años 90 y hoy en día no todo el mundo sabe cómo son. Pero algunos fotógrafos aprecian el potencial de estas cámaras y crean fotografías muy interesantes con su ayuda. Uno de estos maestros es la fotógrafa belga Carmen De Vos. (¡Advertencia! Desnudez).

La obra de Carmen De Vos puede verse como una fotonovela sensual y provocativa. Todo su trabajo está imbuido de desafío y, gracias a ello, resulta muy apasionante. Las fotografías de Carmen se pueden caracterizar por la famosa frase: “Nada claro, pero muy interesante”.

Carmen estuvo interesada en la fotografía durante muchos años, pero recién después de los 40 se dio cuenta de que no era un hobby, sino una vocación. Sus géneros favoritos son la lomografía y la fotografía Polaroid. Las cosas le fueron tan bien a De Vos que dejó su trabajo de oficina y abrió su propia revista erótica. Esta fue la primera publicación de este tipo, íntegramente dedicada a las Polaroid y la visión femenina del erotismo.

Por cierto, la revista De Vos se llamaba "Tickl" - "Cosquillas". Desafortunadamente, se publicó solo durante dos años, de 2007 a 2009. Pero incluso en este corto período de tiempo, dejó una huella importante en el género de la fotografía erótica. Carmen dice esto sobre su trabajo:

Las fotografías de De Vos muestran monjas y rameras, polvorientas habitaciones de hotel retro, ruinas pintorescas y parejas de enamorados unidas en éxtasis sexual. Todo el trabajo del maestro parece una fotografía de aficionado tomada sin un ápice de deliberación. Carmen rara vez atrae modelos para filmar. Para ella la fotografía es demasiado íntima. Por lo tanto, en las fotografías aparecen con mayor frecuencia los conocidos y amigos de De Vos y ella misma.

Parece que las cámaras Polaroid, que funcionan en modo totalmente automático, imponen límites estrictos al fotógrafo. Pero Carmen no. Ella hace sus propios filtros, experimenta con la iluminación e incluso prende fuego a fotografías terminadas. Sus fotografías son como un caleidoscopio, que reflejan las propiedades de la memoria humana, llenas de imágenes no siempre claras y comprensibles.