9 animales que excedieron su esperanza de vida y vivieron muchos años felices

Esta hembra, que era originaria de las Islas Galápagos, era famosa por tener casi 176 años. Harriet nació en algún momento de noviembre de 1830. Algunas personas creían que Harriet era hombre cuando la encontraron por primera vez, por lo que la llamaron Harry hasta que los científicos descubrieron su género real. También se ha dicho que Harriet fue descubierta por el famoso biólogo Charles Darwin en 1835, aunque más tarde se descubrió que era endémica de una región de las islas que nunca visitó. Harriet vivió en los Jardines Botánicos de Brisbane durante 99 años antes de ser llevada al zoológico australiano propiedad de Steve Irwin, más conocido como El Cazador de Cocodrilos. Fue el último hogar de Harriet antes de que falleciera en junio de 2006.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Bangor, Gales, descubrió la edad de esta almeja después de que fuera capturada en aguas islandesas en 2006. Debían realizar análisis dendrocronológicos, muy populares para determinar la edad de árboles o animales contando los anillos de su caparazón, corte, etc. Ming toma su nombre de la dinastía china Ming, que gobernó China en 1499, año en que se nació la almeja. Esto significa que tenía 507 años.

Este guacamayo azul y dorado se hizo famoso por primera vez en 2004 porque su propietario, Peter Oram, afirmó que Charlie tenía al menos 100 años. Se decía que Charlie nació alrededor de 1899, y Peter Oram incluso afirmó que el primer ministro británico, Winston Churchill, fue su dueño durante un tiempo. Aunque esto último ha sido negado por personas cercanas a Churchill, Charlie vivió hasta los 114 años, el último de los cuales lo pasó en una perrera en Heathfield, Surrey, Reino Unido.

También conocido como J2, algunos investigadores creen que la abuela nació alrededor de 1911, mientras que algunos con métodos más conservadores afirman que estaba más cerca de 1960. J2 tenía una característica muy específica: una mancha gris en la parte posterior de su aleta dorsal. En 1967, fue capturada junto con un grupo de orcas, pero los cazadores pensaron que era demasiado mayor para tenerla en un zoológico o parque acuático. Si es cierto que vivió hasta los 105 años, eso la convertiría en la orca más longeva.

Este elefante, que pertenecía a la familia de los elefantes asiáticos, nació en 1917 e incluso sirvió en los ejércitos chino y japonés desde 1937 hasta 1945 durante la Segunda Guerra Sino-Japonesa, en la Segunda Guerra Mundial. Después de eso, Lin Wang fue enviado a una reserva natural en China y luego, en 1952, al zoológico de Taipei en Taiwán, donde se convirtió en parte integral de la ciudad. Se hizo amigo de sus tutores y vivió feliz hasta 2003. Debido a su increíblemente buena condición física, Lin Wang vivió casi dos décadas más que el elefante asiático promedio, que tiene una esperanza de vida de unos 70 años.

Esta tortuga de Madagascar vivió muchos años y se convirtió en una de las representantes más antiguas de su especie. En 1777, el explorador inglés James Cook trajo a Tui Malila a Tonga como regalo para la familia real. Tui Malila vivió en los jardines del palacio durante 188 años antes de morir por causas naturales en mayo de 1966. La reina Isabel II fue solo una de las muchas celebridades en una larga lista de personas que conocieron al amigable Tui. Malila.

Pocos animales disfrutan ser el centro de atención y convertirse en una celebridad como lo es Poncho, el loro que puedes reconocer de varias películas. Apareció en 102 dálmatas, Ace Ventura y Dr. Dolittle (1998). Luego de su breve pero estresante paso por Hollywood, Poncho acudió a una tienda de mascotas en Shrewsbury, ciudad del Reino Unido donde fue atendido hasta que falleció en 2018 tras cumplir 93 años.

Sin duda, las tortugas son conocidas por su longevidad y otro ejemplo de ello es Jonathan de la especie de tortuga gigante de las Seychelles. Se cree que Jonathan nació alrededor de 1832 en las Seychelles. Cuando cumplió 50 años, Jonathan fue llevado a Santa Elena, donde ha vivido desde entonces en la oficina del gobernador. Uno de sus cuidadores dijo que todavía estaba en forma y comía normalmente, jugaba con otras tortugas de su especie y deambulaba libremente por los campos para tomar largos baños de sol.

Aunque el nombre de esta araña está lejos de ser común, el número 16, Gaius villosus, obtuvo su nombre de un estudio realizado en Australia por la aracnóloga Barbara York Main. Año tras año, la Dra. York Main estudió el comportamiento de Número 16 después de que una avispa que cazaba arañas destruyera su nido. Estas avispas inyectan larvas en los cuerpos de las arañas para que sirvan como nido y alimento cuando los huevos eclosionan. A pesar del ataque, el número 16 vivió de 1974 a 2016 hasta que falleció a los 43 años, muy probablemente por los efectos de una picadura de avispa.